viernes, 26 de octubre de 2012

Golondrina y Caracol



Cuando con en el fuego el vapor se convierta en el vapor de los años
y los montes lleguen a tocar como a un violín los soles de aquellas mañanas dormilonamente mansas
Los viejos jinetes despeinados como el pasto,
          a caballos a pelo,
a solo viento,
              a verbo andar
Jugarán a gritar más alto que las nubes!

Se quitaran los sombreros y sus miedos quedarán flotando en el vino como despedacitos de corcho flotando en el vino.

Agudos tiempos se vendrán por agua y tierra. Tiempos de mi, sol y si, tiempos de vos, mi y sol…
Nos quedamos acá? Nos quedamos acá… tendidos…
                                                    Mirando al cielo y lo que debajo de sus polleras llegamos a hacer…
improvisamos un poco…
salimos en algunos gestos que se sentían como de otro mundo, algún mundo paralelo de por ahí…

“Arte con ráfagas de aura”… comentaba un amigo mientras fumaba su tabaco diario en casa de su tía obsesiva a las patillas.
                                        …como un encendedor perfectamente diseñado, me decía,  para que su piedra escupa chispas al darse el rose, ese rose, brusco y fuerte con el metal emplomado en forma de rueda...
Caricia que genera fuego… de la manera que puede, como el que llega a sentarse cayendo de un tropezón…

Más o menos así nos volvimos átomos de jabón y en cuestión de segundos nos hicimos invisibles a la razón.
Descontracturada
Loca
Lenta
Vacía
Etérea
Suave
Lo mejor, dentro de toda esta trama de arañas, es que llegamos a sentirnos Deshielos, como si fuéramos plenos deshielos
brillando
 cambiando de forma a cada instante
 de textura y de azul.
Como las músicas y sus musas coloridas y atrevidas,
los soplos de luz infinita…
los buenos días y ese boleto del “hasta mañana”… que se desata en los remolinos de aquellos zapatos marrones gastados por la huella del tiempo y sus cambios.

Tiempos y cambios; lunas y grillos; barcos y faros…
Piernas y muecas; humo y sueño; imágenes y discos…
[Todo y todos en la misma bolsa de papa…]

Los cambios vestidos de payasos o robots
musas azules o violetas…
                                            Son como casonas antiguas llenas de humedad,
techos de chapas oxidadas
toboganes rengos
colores fucsias
o balcones que se están por caer si ya no se cayeron…

También, se me ocurre, que hoy es un día de cambio, fue un día de payasos y robots,
…después de tanta lluvia y  tanta piel en el húmedo del aire
los rulos se vuelven más lisos y la tierra se deforma de barro.
[Queda el azul y el violeta…]

Los cambios se notan, se tocan y suenan, se huelen, pesan… iluminan, te empujan… son como el tiempo…
.
Sin vueltas, ni humos en los ojos

Con vueltas y enredos

Simples

Complejos 

Desnudos

Fríos y calientes…

Golondrina y caracol…