lunes, 31 de octubre de 2011

Pero nos olvidamos

Como en un río lleno de luz y misterios, como en un llanto casi de espanto siento la sombra de tus manos en mi espalda pintada de música y olvidos de hojas secas; rincones llenos de recuerdos vacíos, recuerdos que todavía no existen, me empujan desde el pecho y soplan en mi rostro, que se asusta y muestra sus dientes hasta que entiende que en el abismo el miedo no es más que una ave, una roca, un algodón o un cuento.
Abro mi paraguas para no mojarnos y caminamos con el cuidado que se le tiene al barro, inestables figuras como de nubes se nos van rompiendo en los pies que dibujan flores de colores violetas, amarillas, blancas y rosas. Se mueven con el amor de piano que adapta el viento a esta maqueta de cielos abiertos las copas de unos pinos que parecen tocar las estrellas, seguimos enterrando cada idea en la pantalla hasta chocarnos en un infinito abrazo como de tronco y agua. Por un instante nos descubrimos pero nos olvidamos, no nos quisimos creer. Sin embargo las huellas marcadas por impulsos irresponsables no nos dejaron alejar, acercándonos al sol en cada luna. Besos en el aire como de plumas y cuerdas mojaron nuestros labios llevándonos a un mundo de espejos. No nos perdimos, elegimos no volver. Detrás de escena nos sentimos vivos y pudimos sonreír… pero nos olvidamos.

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