ya casi un recuerdo

un calmo recuerdo
de papel glacial de hospicio y glicerina
de gansos rosas flotando el agua y las horas
 va.. (del verbo ir) cantando sus aves.
un calmo recuerdo
danza y lo veo danzar
en aquel banco verde manzana del jardín japones
o
ne leuqa ocnab edrev anaznam led nídraj senopaj
                 -como quieras leerlo-
                 -como quieras llamarme.
                      mientras el café sea negro y sin azúcar
                                mientras el azúcar sea negra sin sabor a esclavo
un calmo recuerdo
que medita en los rayones del niño
y en la curva corrugada del sol de mis rodillas desteñidas por el uso
confiesa Confuso.
un calmo recuerdo (del verso llamar)
de jean
de jazz
de caminata nocturna por marcianas calles perecederas.
un calmo recuerdo
como un ovni flotando dentro de una peluquería
entre ruleros y espejos
fuma un cigarrillo.
un calmo recuerdo
que no logro...
ya suena a lata
oigo su música de lata
sólo puedo oírlo
y ya casi ni eso
la música se aleja cada vez más
ya no logro oír su sonido a lata
quedaron en mi cerebro pedantescos de aluminio saltando como grillos enlatados
generando sonidos que ya se pierden y no consigo escuchar.
un calmo recuerdo
que ya no puedo recordar
me despeina los claros y las yemas
 mientras observo de orejas
sentado en cuclillas
 el andar sujeto a tu pulsera
del reloj de juego de muñeca
que te hace única e invisible
que te hace mía y de mis pasos
que te hace ser la mujer de los pelos rosas
 devorando el jazmín del jardín
      que hoy está allí fuera
y me dedico al afuera por instantes
      observo sus curvas cruzado de piernas
fumando
 a través de una ventana dibujada
inventada me invento
para inventarte
en la tinta
que te escribo
e invitarte a que duermas conmigo
y no tengas que irte por las agujas del reloj de arena
e invitarte a desnudarte o tan sólo dejar que yo lo haga
te invento para invitarte a coger conmigo!
eso es todo.