miércoles, 28 de mayo de 2014

Mientras uno se encargaba de susurrarme al oído el arroz con leche
El otro me picaba la mano
La mano
La izquierda
La que no meditaba debajo de la almohada.
Mientras uno me chupaba la oreja
Los otros me mataron por la espalda cual traidor de Juan Moreira.
En los sueños me atacaron lobos, hienas y cuervos
Nadé en menstruación.
Me desperté rojo
Rojo de sangre
Roja mi mano
Rojo venganza
Roja mi ira…
Ahora, ellos duermen en el verde del pasto, lo sé. Y yo me saco con uñas la piel que me envuelve.
Draculitas en el rocío de la tierra, el olor de la madera que sale del invierno los vuelve estúpidos.
Me encantaría susurrarles al oído melodías que salgan de mis venas… quisiera ser humo.
De mi sangre que es su sangre…
Y picarles las tripas.
Y robarles las alas.
Y robarles los picachos
Y volar a tu sueño
Y picarte la panza
Y morir en tus palmas y en los ríos que la surcan ahogarme
Como nadie
Como un ave
Como un cuarzo
El cuarzo citrino que cuelga entre tus pechos
Como nadie
Como lo que soy que de mí nace
Amarte.

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