miércoles, 28 de mayo de 2014

para el agua

Cuando el shampoo arde en mis ojos, el agua calma calma y calma como cascote haciéndose el sapito.
Lentamente, en mi cuerpo, en el espejo, en la cortina, luce aquél preciso instante;
Pequeño instante, continuo. Continuo y cabal instante. (Completo, preciso)
Respiración y rocío. Sus piernas patean el jabón y tienen el color de la luna cuando ésta se esconde detrás de la buhardilla de besos escalonados.
¡Miles de gotas mojando mi aliento!
Pienso en el sabor de mis lágrimas y en mi roña que se va así como así en semicírculos remolinos de cristal. Imagino una sonrisa dibujada en un papel cualquiera acompañando el trayecto, hacia el centro de la tierra o la panza de algún sediento perro. Me gustaría que así sea. Que haya un camino entre mí y lo que mí no ve por torpe….
Aliento, instante, gotas, tiempo…. Único… todos en continuos únicos instantes.
Fantástico...
Fantástica relación entre calma y desesperación
 A veces somos eso…
Otras, el atardecer en los cuerpos, el otoño, la noche y lo que conocemos y nada más. Nada y nada más. La Nada misma; en donde nos iniciamos en movimientos. Habíamos nacido en sapos y flores, tordos y montes pero aún no lo sabíamos... pienso en la nada que me tocó o en las que me tocaron y una sensación extraña recorre musicalmente mi cuerpo: de adentro hacia afuera quiero decir. Del río al puente.
Agua ¡sos tan clara!
¡Con tanto humo en el rodeo! ¡Tanto petróleo de gente!
Y vos así como así: como si nada
Seguís tan bailarina
Por calles acuáticas.
Tan de los peces como mía en la profundidad.
Lluvia de los barrios,
Incoloro azul
De nariz a raíz.

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