Se
da el momento en que te acercas a la persona x o z y le preguntas si le podes sacar
una foto, de esta manera: -disculpame, tenés una cara bonita o algo por el
estilo que me dan ganas de sacarte un foto, puedo? Es ese instante, esa persona, esa mirada,
perdida, cansada, barba con agua, piel con sol, es ella o él o vos. Le tenés
que tomar una fotografía. Sí o sí. Si no te morís, derretís como un pedazo de hielo
al sol. En ese instante en que te acercas a la persona que te conmueve y le pedís
con la cámara en mano si le podes sacar una foto nace el riesgo, hay riesgo y
lo sabes pero no te podes detener. No podes y seguís y la miras y sin perorata
alguna le decís quién es. Quién es y quién sos en su vida. Se lo decís sin
palabras. Y te entiende... mirándose en la pantalla.
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